Esta semana en algunos noticieros nos explicaron que luego de horas de trabajo y de analizar las filmaciones de las cámaras de seguridad del banco donde fue marcada Carolina, la joven embarazada que fue emboscada y atacada por motochorros en La Plata, podrían confirmar que había un segundo hombre que la ¨marcó¨ dentro del banco. Era un hombre vestido de tal y cual forma, mostraron sus movimientos, contaron los segundos de cada acción, desde la llegada de la joven con su madre al estacionamiento del banco hasta el momento en que regresan al auto y parten hacia su casa. Todo cronometrado segundo a segundo, los dos ¨marcadores¨ detectados y el orgullo de los periodistas por el gran aporte que estaban haciendo en la causa y la certeza de que con esos datos la policía seguramente en breve podría realizar nuevas detenciones. Eso si, tomaron sus precauciones ya que para no entorpecer la tarea de los investigadores no mostraban el rostro del nuevo sospechoso. Realmente un gran trabajo de los medios. Si no fuese porque ayer se presentó ante el Fiscal Romero, a cargo del caso, un albañil que explicó que el segundo hombre del video era el y pudo justificar claramente porque hizo cada movimiento de los que ejecutó dentro del Banco. Adiós teoría del ¨marcador prófugado¨.
Esto me recuerda a esos casi 30 días en que la Familia Pomar estuvo desaparecida en el año 2009. A las múltiples líneas investigativas de la policía en poco tiempo y dada la atracción que generaba el caso de una familia que prácticamente se había esfumado en la atmósfera se agregaron otras tantas de la prensa. Si la memoria no me traiciona creo poder enumerar: infidelidades, ritos satánicos, medicamentos truchos, venganza por negocios con drogas, problemas psicológicos, infidelidades, deudas de juego, y no se cuantas teorías mas que los periodistas obtenían de ¨fuentes cercanas a la causa¨.
Siempre son las ¨altas esferas de la investigación¨, las ¨fuentes cercanas a la causa¨ o personas del ¨entorno de los investigadores¨ los que aportan estos datos o puntas que luego los periodistas sagazmente se encargan de investigar cuales Sherlock Holmes versión años 2000.
Y antes fué el caso Dalmasso, o el de María Marta García Belsunce, el de María Soledad, el de Oriel Briant o la Dra. Cecilia Giubileo.
No dudo que algunas veces el periodismo puede cumplir una excelente misión, mas que nada el poner a la gente en advertencia de algún peligro, trasmitir mensajes de los investigadores, publicar Identikits, etc.
Pero generalmente cuando intentan exceder lo que es su fin mas evidente, el informar, el contar lo que se sabe o lo que pasa, fracasan, o quedan expuestos en sus debilidades.
Hacen agua, sin dudas, cada vez que intentan ocupar el rol de los Investigadores del Caso.
Es cierto que existe el Periodismo de Investigación, y que hacen excelentes trabajos, pero por lo general tiene que ver con otros delitos como estafas, alteración de documentos, ventas ilegales, trata de mujeres o venta de drogas, pero no es lo mismo...
Creo que sería muy sano, que en estos casos, en caso donde hay vidas en juego, o algunas ya se han perdido el periodismo trabaje con cautela y con datos oficiales y confiables, sin meter, como suele decirse: ´pescado podrido¨.
Sin duda que tantos datos o novedades erróneas deben perjudicar la investigación oficial, deben confundir y mas que informar, desinforman...
Por lo que se ve en TV entiendo que cada vez habrá mas Periodistas de Policiales con tendencias investigativas, mas que nada por el éxito y las altas mediciones de rating que producen.
Deberemos acostumbrarnos y, como siempre, intentar ser lo mas selectivos que podamos con todo lo que veamos y escuchemos en los medios.