Él prácticamente se convirtió en el ladero perfecto del conductor, le presentó novias varias, se presto a los chistes, lo trató de ¨corto¨ a Marcelo cuando hablaban de la vida sentimental del conductor, contó cuantas veces (no) se baña en la semana, cuantas hace el amor. Se mostró machista, buenazo, posesivo, chistoso, rebelde, frontal, terco, comprometido. Fue enviado a la sentencia semana tras semanas y en casi todas llegó al duelo telefónico donde se impuso siempre y la mayoría de las veces por amplios márgenes.
Ella empezó con perfil bajo. Acomplejada por su físico de modelo, por sus piernas sin fin. Soportó agresiones del jurado por - razonablemente - oponerse a una posible relación sentimental entre su padre y Graciela Alfano. Un sábado en el programa satélite ¨La cocina el Show¨ comenzó un ida y vuelta con un productor del varios programas de Ideas del Sur. Que sí, que no... Que desojo la margarita. Elevado a la enésima potencia en el piso por Marcelo, el romance creció... y creció. Tapas de revistas incluida la de los Personajes del Año.
Esta semana, gracias al cielo, los dos eliminaron por importantes diferencias a las hermanas mala y malísima, las irritantes Escudero...
Una final que algunos esperábamos, pero que se hizo rogar en la definición porque quedaba mucho talento y mucha popularidad en las últimas seis parejas:
Talento al máximo, allá arriba: Flavio Mendoza y Gisella Bernal, que hasta hicieron llorar al público con su AcquaDance.
Mucho talento y coletazos de Fort: Virginia Gallardo, además de ser una excelente bailarina logró cortarse sola del molesto romance del millonario. Igual siguieron una batalla mediática que dio como ganadora absoluta a la ahora ex-rubia.
La que no se entendió: Sofía Zámolo y Maxi Diorio, pasaron casi ocultos por el certamen. En la pareja además de por el baile, Maxi siempre se destacó por sus ya conocidos atributos físicos que tanto alteran a Marcelo. Sobre el final algunos pasos de comedia de Sofía y, a pesar de todo, el privilegio de quedar entre los últimos cinco.
Y por último las dos hermanas Escudero, con sus sobre dosis de ¨amo bailar¨, ¨amo Showmatch¨ y ¨amo a mi hermana¨, su irritante orgullo, las peleas con casi todos, especialmente con Matías Alé, Graciela Alfano y hasta Carmen Barbieri que ni lenta ni perezosa las usó de excusa para irse tranquila a ensayar ¨Bravísima¨.
Para concluir lo que nos espera es una Gran Final que creo será de las mas vistas y con mas votos. La altísima popularidad con que llegan los dos finalistas estimo que debe superar ampliamente, tomando sus valores individuales, el 150%. Alguno de los dos deberá resignar, sin quererlo algo de popularidad.
Queda claro que no la pelea no es sobre quién baila mejor, a esta altura ni siquiera suman las lesiones ni el sueño que defienden, a esta altura importa que la gente se ve reflejada en dos personajes que emergieron en menos de un año y demostraron que el talento es importante pero lo que suma votos es el carisma.