Si me lo propusiese podría hacer una lista interminable de actores a los que he visto en mis, digamos, 40 años de ver televisión y cine han evolucionado de pésimos actores a excelentes profesionales.
Sin dudas, como cualquier otra profesión, la actuación se aprende. El ejercicio, la práctica, el pisar una y otra vez las tablas, o los estudios tienen su resultados.
Debe existir algo mas, claro, que es ¨esa esencia¨ que nos hacer ser algo en la vida. En el caso del artista se puede expresar de varias maneras, no solo el actuar bien, también tener ángel, gracia, buen manejo corporal, ritmo, buena dicción, entre otras cosas.
Podemos pensarlo desde el punto de vista de cualquier profesión.
Los primeros trabajos, no son fáciles, para nadie. Muchas veces es cuestión de ensayo y error, para nosotros y para quienes nos rodean.
Con el tiempo vamos aprendiendo, mejorando, tomándole el ritmo a cada tarea, encontramos trucos y llega un momento que lo que en un primer momento era un mundo, se convierte en cosa de todos los días.
Con la actuación pasa lo mismo.
Claro que algunas veces, algunas personas, por mucho que lo intenten no logran involucrarse con su trabajo, o incorporar las tareas, aprenderlas o tomarles el ritmo. Algunas veces decimos lisa y llanamente que una persona ¨no nació para una tarea¨.
Con la actuación, muchas veces pasa lo mismo.
Como dije viendo TV a través de tiempo vamos descubriendo la evolución de algunos actores que quizá originalmente descubrimos ¨de madera¨.
Se me ocurren muchísimos nombres: Diego Ramos y Carla Peterson en ¨Montaña rusa¨ (1994), él como un tímido galán y ella como la hermana de Sebastián De Caro, recién llegada del campo. Hoy él no deja de sorprendernos como comediante con roles como los que cubrió en teatro en ¨Los 39 Escalones¨ o el papel de Tomás Andrada en ¨Los exitosos Pells¨ (2008) y ella no para de sorprendernos desde roles como Constanza en ¨Sos mi vida¨ (2006) o Lalo/Lola en ¨Lalola¨ (2007).
Julieta Ortega en su debut televisivo en ¨Amandote II¨ y ahora con un rol aparentemente hecho a su medida en ¨Un año para recordar¨.
Podemos seguir enumerando talentos, a mi entender, uno de las actrices con mayor crecimiento profesional es Nancy Duplaá desde aquél personaje de Mariana también en ¨Montaña rusa¨ hasta la genial Dra. Dolores Mollet en ¨Socias¨ (2008) o la infinidad de personajes que desplegó en ¨Sin código¨ (2004) junto a Adrián Suar y Nicolás Cabré.
Y entonces... si todos tuvimos un primer trabajo, y fuimos aprendiendo, desarrollándonos, hasta asentarnos, crecer y mejorar... porqué esperamos otra cosa de los actores.
Porqué esperamos que ellos ¨cual seres encantados¨ se nos presenten ya entrenados, ejercitados, asentados y sólidos?
Es claro, porque cuando uno trabaja en una oficina pocos son los que nos tiene que soportar, o al menos... no son millones!!!